Nuestra vivienda puede estar preparada de tal manera que podamos tener un confort térmico, acústico y lumínico simplemente con el uso de las energías naturales.
La vivienda pasiva, también denominada bioclimática, es toda una realidad aun desconocida para muchos usuarios que siguen asociando el grado de confort con un consumo energético y un mayor coste económico. Y es que hoy en día, pueden construirse viviendas que utilicen todos los recursos naturales sin que representen un aumento de coste económico.
Una forma y orientación correcta de la vivienda es fundamental para que se utilicen los recursos naturales al máximo.
La forma de la vivienda tiene que ver con el clima. Una casa muy alargada puede tener una buena iluminación y ventilación pero estar más expuesta al frío y al calor por tener más superficie de fachada. En cambio, una casa más cuadrada o compacta puede estar mejor resguardada del frío pero sus partes centrales tener una peor iluminación y ventilación. Además, la orientación es fundamental. Una casa orientada al norte puede ser muy fría e incómoda en invierno, pero muy práctica y fresca en verano. O si está orientada al sur, puede estar muy caldeada en invierno pero sobrecalentada en verano.
Existen varios sistemas y técnicas naturales para que la vivienda tenga un confort térmico adecuado en invierno.
El sol y el aire son fundamentales para la vivienda pasiva. Podemos tener una casa calefactada sin ninguna instalación artificial, sólo con los rayos del sol. Uno de los ejemplos más claros está en el efecto invernadero. El aire interior de una caja de cristal (invernadero) se sobrecalienta rápidamente por efecto de los rayos del sol. Y este mismo principio puede usarse en una vivienda con grandes superficies acristaladas en la fachada sur. Existen, además, otros sistemas para calentar la casa que son mas complejos aunque utilizan principios parecidos. Por ejemplo, una pared pintada de color oscuro con un cristal por el exterior y una cámara de aire en medio es un sistema muy eficaz. Se calienta rápidamente el aire interior de esta cámara que se hace entrar en la vivienda por pequeños conductos. Además, la pared oscura se calienta rápidamente y va cediendo calor durante uno o más días al interior de la vivienda.
Una buena protección solar y una eficaz ventilación garantizan un verano fresco sin necesidad de aire acondicionado.
Evitar que la fachada de la casa se caliente, mediante toldos o marquesinas, o tener una ventilación cruzada (corriente de aire) en la casa son opciones fundamentales para refrescarla. Además, el recurso de tener una pequeña piscina orientada al sur, cerca de la casa permite que el aire entre en la casa más frío por la evaporación del agua. Es algo parecido a lo que ocurre cuando estamos en una casa con patio interior y con una fuente. Se está muy fresco y cómodo aun cuando en el exterior la temperatura pueda ser sofocante. De este tema nos habla mucho la tradición árabe, con casas diseñadas con confortables patios en zonas muy calurosas.
La forma y disposición de las ventanas es fundamental para la buena luminosidad de las habitaciones.
La colocación y la forma de las ventanas es fundamental para que las habitaciones tengan una buena iluminación natural. Por ello es conveniente que las ventanas no estén colocadas en las esquinas de las habitaciones y no sean muy alargadas ni muy estrechas. Las ventanas o claraboyas en el techo mejoran mucho la iluminación de la vivienda, ya que el sol incide directamente durante más horas. Finalmente, hay que tener presente que no todos los cristales dejan penetrar la misma cantidad de luz. Algunos son mas reflectantes que otros y repercuten en el nivel de iluminación.
La forma y la geometría de la casa son fundamentales para aislarla de los ruidos exteriores.
La posición de la casa respecto de una carretera, calle o cualquier otra fuente de ruido es fundamental para que en el interior el nivel sonoro sea bajo y la casa sea confortable. Por lo general, se puede lograr aislar del ruido colocando unas paredes gruesas o de mucha masa, y evitando que la casa tenga grandes superficies de fachada expuestas a las fuentes de ruido, y con pocas ventanas, pues son las partes más sensible a la penetración del ruido.
Fuente: CGAAT